Mientras en mi país Venezuela y en el mundo entero se debaten sobre ciertos tópicos como: proclamación o auto-juramentación, sobre legitimidad, usurpación, desacato, injerencia, soberanía, autodeterminación, constitucionalidad… De igual manera seguimos escuchando a los que abogan por la intervención (ayuda) humanitaria, a otros por el diálogo entre los actores políticos, por adelantar las elecciones parlamentarias, hablan de lealtades, traiciones y renuncias; en tanto los que aquí vivimos seguimos padeciendo día a día o mejor dicho minuto a minuto de una hiperinflación galopante, de una especulación desbordada, abusiva y grosera y sobre todo de una incapacidad del gobierno para regir los destinos de la nación, de la incapacidad ( pública y notoria) de gobernabilidad por parte de los entes oficiales, quedando en entredicho la capacidad de los funcionarios públicos designados para manejar o gerenciar el aparato productivo de la nación, los servicios públicos básicos, la burocracia oficial, para asegurarnos un verdadero estado de derecho y para hacer cumplir la normativa legal vigente…
Esta incapacidad del gobierno se evidencia en todos los ámbitos y en toda la geografía nacional, en donde los servicios básicos como el agua y la electricidad son muy deficientes, el gas doméstico, nuestro combustible para cocinar, es el gran ausente en nuestras vidas, el transporte público es caótico y a un precio impuesto por la discrecionalidad (o vil antojo) del conductor y/o colector de la unidad. La delincuencia campea y se impone en nuestras calles, en nuestras viviendas y en cualquier lugar y a cualquier hora del día y de la noche; pues las fuerzas de seguridad y los militares, o sea los encargados de resguardarnos y velar por nuestra seguridad están mas ocupados (o preocupados) en proteger sus «cotos», prebendas y negociados personales, cuando no están reprimiendo a la población civil para evitar su derecho a la protesta pacífica e incluso a simplemente disentir de los jerarcas gubernamentales de turno.
La institucionalidad republicana desapareció junto con la autonomía de los poderes públicos, nos hemos convertido en un país con un estado fallido (o forajido), donde el gobierno solo tiene como objetivo lograr mantenerse en el poder a como de lugar, por cualquier vía, llámese intimidación, coacción, chantaje o miedo, o bien sea con el uso del engaño y la mentira (que aun le funciona) o simplemente con el terror y amedrentamiento propios del autoritarismo y la unilateralidad de los mejores regímenes totalitarios o comunistas.
Por otro lado los ciudadanos nos hemos convertido en simples sobrevivientes, somos rehenes o prisioneros en una gran prisión de casi un millón de kilómetros cuadrados, en donde cada uno tiene una sentencia de «casa por cárcel»… donde lo primordial es lograr sobrevivir día a día (minuto a minuto) tratando de satisfacer nuestras necesidades más básicas como lo son la alimentación y el sustento diario a como de lugar; y en esta dinámica de sobrevivencia, en esta lucha por sobrevivir, la solidaridad prácticamente ha desaparecido (salvo muy contadas excepciones) y la situación nos ha llevado a un «todos contra todos»… donde cada quién trata de obtener beneficios de la necesidad del prójimo, del vecino, amigo o conocido, del necesitado… para así poder solucionar las propias, convirtiéndose todo esto en una verdadera crisis moral, social y económica, en una situación de ausencia total de valores éticos y de moral ciudadana, algo insoportable y muy nocivo para todos y cada uno de nosotros. Repito que afortunadamente siempre hay excepciones a esta conducta de depredadores y delincuentes «bachaqueros», pero pareciera que prevalecen los malos, los oportunistas y aprovechadores. Por allí debe comenzar la reconstrucción del país y el verdadero cambio, por cada uno de nosotros (los que sobrevivan) de adentro hacia afuera, de lo particular a lo general, de lo micro a lo macro.
En lo personal, soy un sobreviviente en el umbral de la tercera edad, próximo a cumplir sesenta (60) años, desempleado, sin pensión ni protección social alguna, viviendo con VIH desde el año 2.000, gracias al tratamiento antirretroviral (T.A.R.) que inicié en el año 2.007 estuve asintomático durante largo tiempo y con una carga viral indetectable. Actualmente presento algunos problemas de salud asociados a mi precaria y deficiente calidad de vida y a una pobre alimentación; aunque reinicié mi T.A.R. a finales del año pasado, desconozco mi carga viral y conteo de CD-4 por falta de reactivos en el país para realizar tales análisis.
Los alimentos y las medicinas se han convertido en algo inalcanzable para mi persona… Necesito realizarme algunos exámenes médicos: ecosonograma dopler vascular en las piernas, análisis de laboratorio de química sanguínea (perfil 20 y metabólicos) pero no cuento con los recursos económicos necesarios. He logrado sobrevivir con la eventual y esporádica ayuda de algunos familiares y amigos. Fui vendiendo poco a poco todo lo que tenía algún valor para poder comprar alimentos para sobrevivir y adquirir algunos medicamentos; solo me queda esta vieja computadora que me sirve para poder escribir y mantener alguna comunicación por esta vía, por ser un equipo obsoleto y mi único enlace con el mundo exterior he sido renuente a desprenderme de ella.
Regresando al título de este post y volviendo a la situación país que estamos viviendo, mi debate interno se reduce a algo mas sencillo, simplemente se me presenta el dilema de si seguir tratando de sobrevivir y pedir ayuda o dejarme morir de mengua, que es lo que me queda en estas circunstancias actuales.
Es por eso que he decidido una vez mas, pedir auxilio, solicitar ayuda humanitaria por esta vía. Si hay algún familiar, amigo o conocido, alguna persona caritativa y solidaria que pudiese tener la posibilidad de ayudarme, de realizar cualquier tipo de ayuda económica, por pequeña que esta pueda parecer, se lo agradecería de todo corazón y solo podría decir desde lo más profundo de mi corazón cristiano:
«Que Dios se los pague y se los retribuya en mucha salud y bendiciones»
CUENTA PAYPAL

Todas las carencias y penurias mencionadas sumadas a la patología base con la cuál he «convihvido» durante largos años han hecho mella en mi menguada humanidad y con ello se ha deteriorado significativamente mi salud así como mi calidad de vida.
Si se preguntan porqué no he optado por la vía del suicidio y así ponerle fin a todas mis penurias (fast track) ha sido por mi respeto y temor a Dios, por estar aferrado con amor y fe a Jesús y a su santa palabra, gracias a mi formación cristiana y al temor a perder la gracia y el perdón de Dios, sin duda me ha ayudado y me lo ha impedido hasta ahora… No se por cuánto tiempo mas pueda resistir… así que simplemente lo dejo en manos de Dios Todopoderoso y de Jesús Misericordioso para que se haga su voluntad cuando y como Él lo decida.
En tus manos Señor encomiendo mi vida y mi espíritu,
En Dios confío,
Apiádate de mi Señor,
Solo Dios basta.
Víctor Federico Torres van Grieken
06 de febrero de 2019
Un país tan rico en recursos naturales como Venezuela, es un bocado muy jugoso para los grandes gobiernos q manejan el mundo.. Mientras eso no cambie es muy dificil q la situación d países como el tuyo mejore.. Es una pena pero es la cruda realidad, amigo Vik.. Abrazos d luz ❤
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Eso es muy cierto mi mi estimada Mamen, Venezuela posee la reserva de oro más grande del mundo, además de diamantes, hierro, cobre, aluminio, la bauxita, coltán, uranio, gas; un patrimonio natural extraordinario y también mucha agua dulce, aunque la joya de su corona es el petróleo: Venezuela es el dueño del 24% de las reservas de la OPEP, unos 301.000 millones de barriles, por encima de Arabia Saudí que posee el 21%…
Esto sin duda hace el bocado muy apetitoso, tanto para las grandes hegemonías mundiales (todas), como para gobernantes corruptos, inescrupulosos e incapaces atados a unas doctrinas e ideologías anacrónicas y fracasadas…
Sin duda que no es nada sencillo el problema en el que estamos metidos y mientras tanto seguimos padeciendo las consecuencias de este enfrentamiento y tratando de sobrevivir a esta realidad.
Gracias por comentar mi querida amiga Mamen An.
Abrazos de luz
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