Actualmente en enero del nuevo año 2020, mi situación ha mejorado ligeramente y aunque me aquejan algunos nuevos problemas de salud, la realidad es que gracias a Dios y a algunos «ángeles» terrenales mi situación emocional y económica son mejores que hace un par de meses.
He logrado reconciliarme conmigo mismo, con Dios y con la vida, con mis afectos mas preciados, con mi entorno y con mi situación y condición de vida…
Vivo cada día con agradecimiento y alegría (si alegría!!!) ocupando mi tiempo en aquellas pequeñas cosas que me dan satisfacción y tranquilidad, disfrutando lo que me ofrece mi Señor Jesús Misericordioso como regalo diario de vida, cada amanecer es para mi un renacer, es un AMA nacer que agradezco de todo corazón y disfruto cada día y cada momento con la actitud alegre y novedosa de un pequeño niño en un cuerpo de un hombre de sesenta años.
Gracias, gracias, gracias…
Solo Dios basta.
Paz y Bien.