Peligros y engaños de la ética.
Resumen
Este artículo sostiene que las verdades de nuestra existencia son las verdades mismas del cuerpo, mucho más y mucho antes que las verdades que promulga el cerebro o la mente. No podemos hablarle al cuerpo de preceptos éticos: esta es la gran estafa de la vida. El cuerpo almacena todas las verdades de nuestra vida, y estas verdades son las funciones vitales.
El cerebro es importante, no hay la menor duda. Pero es puramente instrumental. La razón de su importancia radica en que aprende muy rápidamente (cuando aprende). Pero el problema es que de ser un instrumento, se convirtió en un fin en sí mismo. Esta es la historia del logocentrismo y el encefalocentrismo, que marcaron toda la historia de Occidente hasta el momento…
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