«MADUREZ» ©
Me gustó, me identifiqué y lo comparto…
© en SAFE CREATIVE
Un libro abierto,
el olor del café recién hecho,
la música que envuelve la casa,
la calma de la madurez,
del camino recorrido.
© en SAFE CREATIVE
En El Día de Mi Muerte…
#EnElDíaDeMiMuerte Yo
Seré un cuerpo inerte
liberando a un Alma Feliz
seré una figura añosa y enjuta
dándole paso a la novel y expectante vida
seré un dichoso espíritu
abandonando una exigua existencia
volando alto sin límites ni ataduras
seré pura Luz seré eterna Energía
III – Cuando El Tiempo Se Agota…
Recordando a mí querido Amigo y Maestro, el Dr. Miguel Alejandro Römer Römer, desaparecido físicamente el 06/08/ 2017, me permito compartir estas líneas de su autoría:
«Pero aprendí lo que es La Vida en realidad, aprendí que todas las cosas pasan, que no hay nada estático, todo está en constante movimiento, aprendí que la vida es como un río que corre sin cesar, a veces plácido y tranquilo con márgenes bellas, violento en ocasiones, cuando hay obstáculos o el cauce se estrecha…
O cuando ocurren desniveles y sus aguas en cataratas se convierten. Tenemos solamente la opción de desplazarnos hacia una u otra orilla si las circunstancias lo permiten, pero si contra la corriente intentamos nadar ¡seguramente nos vamos a ahogar!…
II – ¡TENGO HAMBRE!
En estos difíciles momentos que estoy pasando, siempre recuerdo una frase que a veces se nos ocurría decir cuando éramos niños: “tengo hambre”… y la decíamos más que por su verdadera connotación o significado literal de SENTIR HAMBRE… la decíamos por aburrimiento, por fastidiar o para hacernos notar por nuestros Padres o por las empleadas que nos atendían.
Debo mencionar que me encuentro cercano a completar mi sexta década de existencia, es decir que al mencionar mi infancia estoy hablando de una Venezuela en los años ’60 y ‘70 del siglo pasado, o sea de la época de la “Venezuela Saudita”, estoy hablando de un país radicalmente opuesto al que tenemos actualmente, donde también había sectores de la población que tenían pobreza y necesidades, pero había una expectativa positiva, una esperanza de un futuro mejor, la capacidad de poder superarse y la posibilidad de solucionar los problemas en base al esfuerzo propio, a la capacitación y al trabajo.
I – Vivir Muriendo
Estoy Cansado de tanta miseria, y creo que cuando no se puede vivir con dignidad es preferible morir dignamente…
Existe una delgada línea entre la realidad y la imaginación que se fusionan, con las penurias y los desvelos propios del agotamiento mental y el evidente deterioro que poco a poco se han ido apoderando de mi mente y de mi cuerpo.
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