Si te sientes incapaz de amar como Dios te pide pero desearías de todo corazón poder hacerlo: Saca cada día amor de Su manantial, del corazón de Dios.
Amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y todas nuestras fuerzas, y amar a los demás como a nosotros mismos (Mateo 22:37-39), esto es lo que nos hace sentir realmente vivos en nuestro interior. ¡Hemos sido creados para llenarnos y manifestar ese amor!