Mi preciosa niña-señorita
Que bonita eres, admiro en lo que se convirtió mi pequeña bebecita
Te extraño, te respeto, te adoro.
Quisiera abrazarte tan fuerte
y hacerte sentir todo ese amor
y aprobación que nunca recibiste de mi parte.
Gracias por ser tan maravillosa.
Te amo con todo mi corazón…
Me hubiese gustado que no pasaras
por tantas cosas desagradables y dolorosas por mi ocasionadas,
pero eres tan fuerte, que nada podrá detenerte. No lo dudes nunca.
No guardes dolor en tu corazón,
te estorbará mucho en tu vida adulta.
Sana ese corazoncito sensible y bondadoso.
Sánalo por que si no se llenará de ira y amargura.
Llora, si así lo deseas, llora todo lo que quieras,
hasta que sientas que las penas se han ido.
Aquí estoy ahora para abrazarte.
Desde la distancia física pero cercanía emocional:
Te arrullo y te lleno de besos.
Te amo con todo mi corazón.
Yo te cuido. Yo te protejo.
Te veo y te comprendo.
Te consuelo y te doy lo mejor de mí.
Aprendo a perdonarme
al verte tan hermosa y dulce.
Tan inocente.
Admiro tu pureza, tu dulzura,
tu conexión con la divinidad,
y aprendo a escucharte poco a poco
a través de mi voz interior.
Te sano y me sano.
Somos libres y felices.
Armonios@s, realizad@s y equilibrad@s.
A tí mi niña maravillosa
te prometo que voy a hacer
lo mejor de mí para dártelo.
Te auguro que vas a lograr ser
eso que soñabas ser cuando eras pequeñita.
Te prometo que me voy a sentir inmensamente
orgulloso de ver la mujer en la que te has convertido.
Pero sobre todo te digo
que te quiero ver feliz.
Nunca olvides todo lo que vales.
Cree en tí mi niña-señorita
QUIÉRETE mucho.
¡Tú puedes!
Te amo niña bonita.
Aquí estoy y estaré para tí
Gracias por ser tan maravillosa.
Gracias por EXISTIR!!!